ZENYO, UNA ACTIVIDAD PARA CUERPO Y MENTE

19/11/2021

Esta temporada Máis que Auga presentó nuevas actividades en nuestros programas de fitness y hoy os vamos a presentar una de ellas: Zenyo. Para eso nos “colamos” en la clase de Sandra Collazo en nuestro centro de Coia, donde pudimos hablar con varias socias y disfrutar de la clase.

 

Seguro que hay gente que no conoce este programa, así que vamos a comenzar por la presentación. Zenyo es una actividad con soporte musical en la que se realizan posturas de yoga, tai-chi y pilates, disciplinas que aportan a los usuarios una mejora en su postura corporal.

 

Sandra nos explica que “es una actividad apta para todo tipo de usuarios, de edades y condiciones físicas, sobre todo para aquellas personas que necesitan mejorar su flexibilidad, equilibrio y su movilidad articular”.

 

Y al preguntarle por los beneficios, nuestra Sandra se emociona: “Muchos! Respiratorios, emocionales, posturales, conciencia con el cuerpo… Una maravilla al alcalde de todas y todos”. Además, esta actividad está incluida en el abono de socio, por lo que si quieres probar, sólo debes reservar tu clase.

 

Y la verdad es que, al acudir a los usuarios, la respuesta también fue excepcional. Mónica Lamela, de 52 años, no es asidua en las clases, pero se enganchó a Zenyo: “yo soy más de la sala fitness, pero…. Ahora empecé con Zenyo y me encanta. Estiras mucho y conoces músculos que no sabías ni que existían”, bromea. Cuando le preguntamos si la clase es demasiado parada, salta como un resorte: “Para nada! Es más, se me hace muy corta. Cuando estás en lo mejor, toca despedirse”.

 

Mary Carmen Mato es una de nuestras socias más fieles, abonada desde el inicio en Máis que Auga y ahora también fiel a Zenyo: “es una actividad que me encanta, porque tiene un poco de yoga, tai-chi y pilates y se trabaja mucho la elasticidad”. Con sus 73 años, Carmen tiene una enorme vitalidad y se apunta a casi todo: “También voy a zumba, aquagym, pyro, a la sala fitness y ahora… ¡Zenyo!”. Sólo se queja de una cosa Carmen, “que a veces no llego a tiempo de reservar, tenéis que poner más clases”.

 

Y acabamos nuestra mini encuesta con María Jesús Riveiro, de 59 años, quien destacó de la actividad que “hacemos muchos estiramientos, trabajamos la postural corporal y el equilibrio” y como a muchos de sus compañeros, “la clase se me hace corta, me encantaría que durase un poquito más”.

 

Con música relajante y los pies descalzos comienza Sandra a dirigir la clase, mayoritariamente femenina, que disfruta de cada movimiento y de cada estiramiento, mientras nos escapamos sin hacer ruido para no romper el ambiente mágico que se vive en la sala.