Vamos a conocer a nuestros héroes de hoy: David, Jonathan y Guillermo

26/04/2020

Hace unos días conocimos a un grupo de heroínas de la familia Máis que Auga y hoy tendremos la oportunidad de mostraros a David, Jonathan y Guillermo, que son tres de nuestros héroes. Ellos están en primera línea, trabajando por y para nosotros y, cada uno en su faceta, ayudando a vencer al COVID-19.

 

David Fernández trabaja como conductor en una ambulancia medicalizada del 061 desde la creación de este servicio y, en total, lleva 34 años trabajando en ambulancias. Evidentemente la crisis sanitaria que estamos viviendo le golpea directamente, aunque a su ambulancia suben enfermos de todo tipo. “Nosotros seguimos teniendo el trabajo habitual, porque sigue habiendo de todo, además del COVID-19. Y todo esto nos afecta sobre todo en la protección que debemos utilizar para evitar contagios en el personal, así como, con los pacientes. Esto significa mayor tiempo en protección, limpieza y desinfección, retrasando más las salidas y la operatividad, por no hablar de la incomodidad y el malestar físico de trabajar en situaciones de tensión con la protección adecuada”.

 

A nivel personal intenta llevarlo con la mayor tranquilidad, pero reconoce que lo que más le duele es no poder abrazar a los netos. “Estoy casado, pero vivo solo con mi mujer…. los hijos ya están independizados. Lo que más duele es no poder ver, abrazar y achuchar a los nietos y nietas, el resto de la familia, amigos… No poder ir al gimnasio, a las clases de baile, no poder ir a trabajar en el campo, etc….. Me cambió la vida totalmente”, cuenta David. Afirma no tener miedo al contagio, pero “sí respeto. Acato la orden de confinamiento e intento extremar las medidas de limpieza y protección”.

 

Agradece al máximo el cariño que reciben de la sociedad, pero no se sienten protegidos por la administración. “Estamos orgullosos de que se reconozca nuestra labor por parte de la población, así como NO estamos muy contentos con la administración, ya que no se nos reconoce como personal sanitario en las estadísticas del Gobierno sobre personal contagiado. Solo reconocen a médic@s y enfermer@ s, sabiendo que nosotros somos la punta de lanza del sistema sanitario, ya que somos el primero que interviene con los pacientes que trasladamos”.

 

Y mientras David conduce la ambulancia, Jonathan Estévez trabaja en el puerto de Vigo desde hace 12 años y es uno de los responsables de que nos llegue pescado nuestras casas. “Nos dedicamos al transporte de pescado fresco. Movemos mercancía nacional e internacional”, explica Jonathan, que es usuario de Navia y miembro del club de triatlón I  Have a  Dream.

 

A pesar de que Jony sigue trabajando, su empresa hizo un ERTE y ahora mismo solo sigue trabajando la mitad del personal, que utiliza las medidas de protección habituales en estas semanas: máscaras, guantes y gel de alcohol paras las manos, materiales que antes eran poco habituales y ahora son de primera necesidad.

 

En los primeros días del confinamiento se apreció un importante descenso en el volumen de trabajo, “por el miedo”, pero poco a poco se fue recuperando, aunque sí se nota un descenso en la lonja de Vigo “pero nosotros trabajamos con todos los puertos de Galicia, es decir, los llegan mercancía de O Grove, Cambados, Ribeira, Burela, Boiro, Celeiro, Coruña..”

 

Nuestro abonado, para no contagiar su familia, cuando llega del trabajo mete toda la ropa en la lavadora y va directamente a la ducha, antes de saludar su mujer y la hija. “Cuando estamos en casa lo llevamos bastante bien, porque según salgo del trabajo, desconecto. Además la niña es muy casera y al vivir en una casa con finca, es más sencillo el confinamiento. Lo único negativo es que la pequeña echa de menos a sus compañeros de clase, pero por el resto, todo bastante bien”.

 

Y tras conocer a David y Jonathan, llega el turno de Guillermo Iglesias, bombero y abonado del Más que Agua de Coia, donde apuesta por las clases de gran impacto ( combat,  body  cross) y también usuario de  Egym.

 

Guillermo trabaja desde hace 28 años en el parque central de bomberos de Teis como conductor-bombero operativo. Esta crisis está afectando a sus jornadas laborales: “La jornada normal es de 24 horas consecutivas, pero con la crisis del COVID-19 hacemos jornadas a mayores para la desinfección de ambulatorios, perímetros de hospitales, vías públicas, etc”, nos explica nuestro socio.

 

Reconoce que la medida que pasan las semanas se hace más duro todo: “Al principio te lo tomas cómo normal dentro de la crisis, adaptándonos a las medidas de seguridad y higiene tanto dentro como fuera del parque de bomberos. Pero las normas son cada vez más estrictas y la situación se está prolongando más tiempo del esperado, por lo que se está haciendo más duro para todos en general”.

 

Reconoce que al vivir solo, el miedo al contagio es mucho menor, “porque no tengo que estar pendiente de no infectar a los otros miembros de la familia. Además, tampoco tengo la certeza de no tenerlo o de haberlo pasado sin síntomas, ya que no se están realizando las pruebas pertinentes”. Los bomberos también reciben el agradecimiento de la ciudadanía: “Sí, la tónica general que nos llega es que la gente está agradecida con la labor que realizamos”, concluye Guillermo.