Un estudio del CSIC destaca que la infección del COVID-19 en las piscinas es muy improbable

08/05/2020

Una de las principales dificultades en la lucha contra el COVID-19 es la falta de información, al ser un virus nuevo y, por tanto, desconocido. Por este motivo, son muchos los estudios que se están realizando en estas últimas semanas para saber cómo protegernos y desde Máis que Auga vamos a tratar de informaros sobre aquellos informes que sean científicos y oficiales, para ir poniendo un poco de luz en todas nuestras dudas.

 

Así, hoy queremos compartir con vosotros este estudio recién presentado y realizado por investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) sobre cómo es la transmisión del virus en playas y piscinas.

 

En dicho estudio se insiste en que la transmisión por el agua es muy improbable y que la principal forma de contagio sería por contacto entre personas, por lo que es fundamental guardar las distancias físicas recomendadas en nuestro día a día actual -mantener ese metro y medio o dos metros con otras personas-. Con respecto a las piscinas, los materiales que se utilizan habitualmente para evitar la contaminación microbiana de las aguas por la afluencia de usuarios/as, ya deberían ser suficientes para la inactivación del virus. En Máis que Auga, para la limpieza de nuestras piscinas y zonas de agua utilizamos cloro, desinfección ultravioleta y productos químicos de limpieza, que, de por sí, son lo más adecuado para “matar” al virus. Además, el agua tratada de la piscina funciona como desinfectante para todas las superficies que toca (paredes de la piscina, corcheras, tablas…), por lo que la piscina parece un entorno seguro y, una vez más, la clave estará en nuestra responsabilidad personal para mantener las distancias de seguridad.

 

En este informe científico, también se refieren a los spas y saunas. Se destaca la importancia de la desinfección de las superficies (con agua y lejía sería suficiente), así como que “la información científica disponible sobre la supervivencia del virus en distintas condiciones ambientales es escasa, pero indican una supervivencia reducida del virus a temperaturas elevadas”, tales como las que tenemos en nuestras instalaciones. Este estudio también se refiere a las playas y ríos/lagos, siendo estos últimos los medios acuáticos más desaconsejables.

 

En el siguiente enlace, podéis leer este informe realizado por seis investigadores del CSIC: Ana Allende, del Centro de Edafología y Biología Aplicada del Segura; Alicia de Andrés, del Instituto de Ciencias Materiales de Madrid; Antonio Figueras, del Instituto de Investigaciones Marinas; Joan Grimalt, del Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua; Gloria Sánchez, del Instituto de Agroquímica y Tecnología de Alimentos y Carlos Prieto, vicepresidente adjunto de áreas Científico-Técnicas del CSIC.