Roi Rodríguez, un creador de esperanza ante el COVID-19

09/04/2020

En estas situaciones desesperadas como la que ahora vivimos, descubrimos facetas hasta ahora desconocidas en las personas, que de repente se movilizan para ayudar en ámbitos completamente ajenos, pero en los que concentran todos los sentidos para ayudar. Así, en estas semanas estamos descubriendo iniciativas solidarias como  Coronavirusmakers, de la que forma parte nuestro deportista Roi Rodríguez.

 

Roi, confinado en la casa con su familia y su compañero Albert Martí, pasa el tiempo entre los entrenamientos y la impresora 3D, que tenía en casa por  hobby, “ya que me gustaba hacer proyectos caseros”. Y de repente surgió la oportunidad de ser útil. Así nos lo explica: “Desde lo estado de alarma estoy participando en la iniciativa Coronavirusmakers. Está formada por un grupo muy grande de personas (más de 16.500 en toda España y 1.800 en Galicia), que tienen impresoras 3D, y vimos una oportunidad de  aportar nuestro grado de arena desde casa”. Este grupo, que se auto define como “creadores de esperanza”, en solo tres semanas fue capaz de agruparse y poner en marcha todo el proceso de creación y distribución de forma totalmente altruista.

 

Así, en estos ratos, están fabricando  viseiras de protección para el personal sanitario, “como una capa más de defensa frente al virus, ya que ahora mismo hace falta material”. Abastecen a hospitales, centros de salud, residencias de mayores, farmacias… A aquellas personas que las solicitan y las necesitan.

 

Nuestro  palista quiere dejar muy claro que sólo forma parte de un grupo enorme de gente: “Yo tan sólo son una persona más que aporto  viseras, gracias a mi impresora 3D, pero en el grupo hay administradores que tienen una carga muy grande de trabajo. En menos de una semana consiguieron crear una página web para registrar pedidos, crear una red de distribución logística en colaboración con farmacias,  Cofano,  Bidafarma y el 061, para entregar las  viseras allí y evitar exponernos el máximo posible”.

 

Es un proceso lento -cada unidad tarda cerca de dos horas- pero al ser un número tan importante de colaboradores están consiguiendo una importante producción. Además, Roi está feliz porque acaba de conseguir una segunda impresora, así que va a duplicar la producción. Hasta ahora hacía unas siete diarias y espera pasar a 15. Ahora la preocupación es conseguir material para continuar, tal y como nos indica Roi Rodríguez: “Ahora mismo estoy, y estamos desde el grupo, en busca de plástico para imprimir. Ya conseguí a través de los ayuntamientos de Tui y de Tomiño alguna bobina de hilo para seguir imprimiendo y no tener las máquinas paradas en ningún momento”.