Los Juegos de Tokio vuelven a ser una posibilidad para el palista Roi Rodríguez. Tal y como están las cosas en estos momentos, hay ocho deportistas para sólo seis plazas y la elección corresponderá a la Federación Española de Piragüismo y para toda esta decisión se realizarán selectivos a lo largo de la próxima temporada.

Este es el resumen corto de un proceso bastante complejo. La asignación de plazas para los Juegos no se limitan a los baremos establecidos de inicio (los cinco primeros clasificados de su prueba lograban la clasificación directa). Al haber una limitación en el número de plazas por país, provoca que haya renuncias y eso es lo que ha pasado. Así, por otras renuncias, el octavo puesto de Roi en el Mundial le concedía una plaza para Tokio 2020, tal y como le comunicó la Federación Internacional de Piragüismo, pero como España tenía a más clasificados que plazas, tuvo que renunciar y el gran beneficiado de esta carambola es el argentino Agustín Vernice que, siendo noveno, tiene su clasificación para los Juegos asegurada. Bueno, la de su país.

Así las cosas se plantea una temporada de mucho trabajo y mucho estrés para Roi, aunque la posibilidad de clasificarse para los Juegos es el sueño anhelado por el deportista Máis que Auga desde hace años. En estos momentos todavía falta por saber cómo y cuándo se realizarán los selectivos, pero lo que está seguro es que Roi ya sólo piensa en entrenar y prepararse con la máxima profesionalidad para dejarlo todo en estas pruebas. La pretemporada comenzó a finales de septiembre y ya están trabajando intensamente pensando en que los clasificatorios se realizarán aproximadamente en el mes de abril.

Roi asegura que afronta la temporada de forma similar a la pasada, ya que “el objetivo sigue siendo el mismo: clasificarse para los Juegos Olímpicos. La diferencia es que este año la plaza no hay que buscarla internacionalmente, sino que la pelearemos en España. Además, aún en el caso de que hubiese conseguido la plaza para España, tendría que volver a validar otra vez la plaza este año igualmente”.

La diferencia fundamental es que en vez de pelear en su prueba (K-1 1.000 metros), sino que tendrá que preparar una embarcación de equipo. “Es un cambio complejo, porque ya no sólo depende de ti, sino del trabajo del equipo o la pareja con la que compitamos. Posiblemente lo tenga más complicado que los palistas que ya compitieron estos años en equipo, pero también es verdad que todos los años siempre hay algún cambio de tripulantes por lo que tendré oportunidades”, manifestó Roi, que ya tiene su objetivo enfocado.