El 28 de junio nuestras bailarinas fitness pusieron punto y final a la temporada y lo hicieron como a ellas les gusta: Realizando sus coreografías, mostrando sus progresos y con una sonrisa tras cada mascarilla.
El curso de fitness ballet comenzó en el mes de octubre y finalizó el lunes 28 de junio con esta pequeña fiesta, en la que las participantes demostraron lo divertidas que son y el buen grupo que han hecho. Así que nuestras bailarinas fitness decidieron que la despedida sería alegre, tal y como fue toda la temporada, por lo que se pusieron unos tutús para dar el toque de color y practicaron sus coreografías a ritmo movidos e intensos. Esta temporada asistieron al curso un total de 13 personas (Elena, Sefi, Luisa, Teresa, Eva, Monique, Nerea, Aida, Paula García, Elvira, Laura, Paula Fojo e Isabel) de edades comprendidas entre los 14 y los 50 años. Incluso llegaron a tener a una persona de más edad (60 años), que ahora por la pandemia del COVID ha preferido no acudir al gimnasio.
Os preguntaréis en que consiste el fitness ballet y nos lo explica la técnica responsable de este curso, Débora Lima: “Es una disciplina deportiva de bajo impacto, que fusiona la danza clásica y el fitness. Tiene el foco en reeducar la postura corporal, el equilibrio, tonificación muscular, resistencia, mejorar la coordinación, flexibilidad y elasticidad, quemar calorías y también ayuda a ejercitar la memoria”. Débora nos cuenta que esta actividad es recomendable para cualquier tipo de persona. Ideal también para triatletas, crossfiteros o runners, pues mejora su rendimiento muscular y la flexibilidad”.
Hablamos con Débora, pero también con alguna de las alumnas, que nos explicaron cómo ha sido su experiencia. Laura, de 39 años, probó la primera clase gratuita de iniciación y ¡ya no se fue! Ella había practica de pequeña gimnasia rítmica y le pareció una buena manera de recordar viejos tiempos. Y su balance no puede ser más positivo, “aunque al principio no sabes dónde poner el pie o el brazo, al final te acabas enganchando y luchas por alcanzar cada reto”. Además, Laura destacó la labor de la maestra -“todo gracias a la profesora, que te lo hace todo muy fácil”- y al grupo, ya que “tenemos muy buen ambiente en clase y lo pasamos muy bien”. Sólo ve un defecto y es que “la clase se nos queda corta, necesitamos una hora” y se despidió dando las gracias a Débora por “su ilusión con nosotras, su cariño y dedicación”.
Aida (33 años) es otra de nuestras bailarinas y nos explicó porque eligió esta modalidad: “Me apunté porque me llamó la atención. Era algo diferente, que no suele estar presente en un gimnasio y que me permitía unir dos de mis hobbies: baile y ejercicio”. Su balance no puede ser más positivo, ya que “el curso fue genial, me encantó, e hizo este año atípico más llevadero”, además destacó el magnífico ambiente que había en las clases: “tanto la profesora como el resto de alumnas conectamos muy rápido y bien”. Nuestra alumna destaca que “aunque todo seguía la misma línea, las clases no eran para nada repetitivas, hacíamos ejercicios de flexibilidad, coreografías, técnica…”
Así que ya están esperando la vuelta para reencontrarse con sus compañeras y su profe y volver a ensayar sus pasos de ballet.