El 4 de marzo se celebra el Día Mundial contra la Obesidad, que tiene el objetivo prioritario de concienciar sobre una pandemia que afecta a 800 millones de personas en el mundo y que acarrea multitud de enfermedades graves (físicas y mentales) lo cual se ve reflejado en un dato estremecedor: los expertos advierten que las personas con obesidad grave viven una media de diez años menos que la población sana. La pandemia de la obesidad se extiende por el mundo como una mancha de aceite que no deja de crecer. Se estima que desde 1967, esta enfermedad se ha triplicado, afectando principalmente a las mujeres y actualmente alcanzando de forma clara a niños y adolescentes. Y por si estos datos no fuesen suficientes, a todo esto hay que sumarle la COVID, que ha provocado un mayor sedentarismo en la población mundial.
Evidentemente es un problema muy grave a nivel mundial y para plantarle cara e ir frenando este avance es necesaria la unión y la intervención de todos y todas. Así lo explican desde la Organización Mundial de la Salud: “La obesidad es un problema mundial, y nos afecta a todos. 800 millones de personas viven con la enfermedad, y millones más están en riesgo. Sabemos que las raíces de la obesidad son profundas, y la única manera de avanzar es trabajando juntos. Por eso pedimos que se actúe a nivel local, nacional y mundial”.
Desde Máis que Auga queremos sumarnos a esta intervención global y lo vamos a hacer con dos acciones tremendamente sencillas, pero también muy efectivas.
La primera, cambiar los hábitos alimenticios y apostar por comida saludable. Vamos a olvidarnos de la comida basura y apostemos por la comida de verdad. Pero no os agobiéis con esa palabra que nos pone en alerta: Dieta. No hablamos de dieta, sino de modificar nuestros hábitos alimentarios siguiendo unas pautas muy sencillas: Incrementar el consumo de frutas, vegetales, cereales y legumbres; beber más agua y bebidas saludables; intenta consumir menos grasas saturadas y evita al máximo el consumo de alimentos ultraprocesados, azúcares y grasas trans. Si quieres, también puedes apoyarte en nuestro gabinete de nutrición, donde la nutricionista Conchi Adrover, te establecerá un menú rico, variado y saludable. ¡No es verdad que comer sano sea aburrido! Y ella os lo puede demostrar.
Ejercicio en tu vida. Nuestra segunda acción: Pon un poco de ejercicio en tu vida. En una sociedad cada vez más sedentaria, y más si tu trabajo es de oficina y te pasas ocho horas sentado delante del ordenador, tienes que buscar un momento para tu salud y tu cuerpo. Una hora de ejercicio en el gimnasio, o caminando a un ritmo alto, o incluso ejercicio en casa, es una gran acción para comenzar a luchar contra la obesidad. Como en la alimentación, no es un castigo, sino un cambio de vida, incorporando la actividad física a tus hábitos diarios. Y aunque ahora te parezca una quimera, lo cierto es que se verá reflejado en tu vida: Dormirás mejor, disminuirá el estrés y aumentará tu bienestar, tanto físico como psicológico.