Mujeres Máis que Auga, mujeres que luchan

07/03/2019

Este 8 de marzo luchamos contra el machismo, contra la injusticia, el acoso sexual, la violencia y la discriminación contra las mujeres. Pero no solo hoy, luchamos todos los días. Y ellas son la razón por la que esta lucha continúa. A veces salen a la calle y alzan la voz, y otras veces sacan los puños. Porque las pequeñas acciones cotidianas son las que marcan la diferencia.

Iria Domínguez sufrió acoso en la universidad por parte de un compañero. Y el boxeo fue su vía de empoderamiento. “Decidí aprender a defenderme”, dice. Enfundó los guantes y comenzó a asistir a las clases de Víctor da Rocha, en el centro Máis que Auga de Coia. Hoy en día el boxeo representa una parte muy importante de su vida y, aunque asegura que nunca sufrió prejuicios por parte de sus compañeros y de las amistades, encontrño una barrera en la familia. “Las mujeres hemos conseguido avanzar en el ámbito del deporte, pero sigo creyendo que todavía nos falta mucho. En boxeo sigue habiendo muchos más hombres que mujeres, el prejuicio sigue estando ahí”, cuenta.

“A base de esfuerzo nos hemos hecho un hueco”, señala Sandra Barreiro. Ella, que lleva entrenando en el centro Máis que Auga de Navia desde hace tres años, comenzó a interesarse por el wodfit el año pasado, con el objetivo de mantener su nivel físico, como ex practicante de full contact. Los ejercicios de fuerza y las pesas siempre han estado en su vida. “Practico wodfit por devoción y también por obligación. Ir al gimnasio y romper físicamente me hace mucho bien”, explica. Y, desde el principio, fue consciente de lo que esto iba a significar. “Las mujeres siempre estamos obligadas a demostrar más que los hombres, de entrada siempre nos prejuzgan, aunque sea de forma inconsciente”, asegura.

Sandra Barreiro: «Las mujeres siempre estamos obligadas a demostrar más que los hombres, de entrada siempre nos prejuzgan»

A lo largo de todo este tiempo, Sandra tuvo que escuchar frases como: “Coge esa barra, que pesa menos” o “no te vamos a golpear mucho”. Pero eso no la detuvo. “Es un trabajo de mucho tiempo ir educando a los hombres. Los técnicos, muchas veces diferencian entre peso para chicos y peso para chicas. Y yo siempre les digo que hay que establecer franjas, que no hay pesos de chicos ni de chicas. Un chico que pesa 50 kg como yo debe trabajar en proporción a su peso corporal, su género no tiene nada que ver. Yo siempre procuro quejarme para que las cosas se digan bien, ya se van acostumbrando”, asegura.

Natalia Rodríguez: «En body combat aprendo pasos básicos de lucha. Nunca sabes cuando los vas a necesitar»

Natalia Rodríguez también tuvo que sufrir algún prejuicio disfrazado de broma cuando les comunicó a sus conocidos que iba a practicar  body combat en las instalaciones de Barreiro. “Siempre se menosprecian las capacidades de las mujeres”, afirma. Pero ella continuó su camino. Y, afortunadamente, cada vez son muchas más las que deciden seguir. “Cada vez vemos más mujeres en este tipo de clases y cada vez luchamos más por nuestros derechos”. Y estamos decididas. Natalia lo tiene claro: “body combat me ayuda a liberarme y, al mismo tiempo, aprendo pasos básicos de lucha. Nunca sabes cuando los vas a necesitar”, dice.

El 8 de marzo a las 12.00 horas, Máis que Auga llama a sus usuarias y usuarios a un paro reivindicativo en la entrada principal de sus instalaciones por la igualdad, contra el acoso sexual, la violencia y la discriminación contra las mujeres.