Máis que Auga, una medicina para Roberto e Isabel

18/08/2019

Roberto e Isabel son nuestros socios más veteranos. Su carné de identidad muestra una edad que en nada se parece a la que representan, tanto por su actividad, como por la alegría,  energía y ganas de hacer cosas nuevas.

 

Isabel, en el Máis que Auga de Barreiro.

Resulta casi imposible echarle a Isabel Vázquez sus años, de los que habla con mucho orgullo. “Acabo de cumplir 96, el día 4 de agosto”, asegura con una sonrisa pícara que aparece muy a menudo durante nuestra conversación. Lleva en Máis que Auga Barreiro desde el día de su apertura: “Antes iba a Traviesas, pero cuando abrieron Máis que Auga me vine para aquí, porque me queda mucho más cerca de casa”.

 

Isabel, vecina del barrio, visita nuestra instalación tres o cuatro días a la semana y siempre a primera hora de la mañana. “Hago piscina y sala, y estoy aquí un par de horas o un poquito más”. En la piscina nada sola, sin monitor, y en la sala fitness hace un poco de todo: bicicleta, cinta, mantenimiento…

 

Desde siempre le gustó el deporte, aunque cuando era más joven no había gimnasios como ahora –“iba en bicicleta”-, y afirma con absoluta rotundidad que “para mí Máis que Auga es como una medicina y no solo para el cuerpo, que me ayuda a sentirme mucho mejor. También para la mente. Si un día estás un poco tensa o preocupada, despejas la mente. Yo aquí soy feliz”.

 

Vuelve a aparecer esa sonrisa de adolescente cuando dice que es muy independiente y que de aquí va a tomar café con unas amigas, “que son más jóvenes que yo”. Afirma que tiene suerte, porque la gente joven la trata muy bien, pero nosotros pensamos que los afortunados somos los que podemos estar con ella.

Roberto, en la entrada del centro de Coia.

 

Y que decir de Roberto  Espósito, otro ejemplo a seguir. Tiene 89 años (en abril cumplirá los noventa) y desde hace dos años es socio y usuario diario del Máis que Auga de Coia. Es uno de los fijos, de los que a primera hora de la mañana ya están en la sala fitness y durante dos horas hace un recorrido por la cinta, elíptica, bicicleta o remo.

 

Roberto asegura que este es ahora su trabajo y también sabe que es algo que le ayuda a mejorar. “Desde que comencé a venir todos los días a Máis que Auga, hace casi dos años, adelgacé más de diez kilos y además la analítica me dio perfecta”. Antes Roberto tenía el colesterol un poco alto y algún que otro  problemilla y  tras el último análisis, su doctora le felicitó y le dio un abrazo.

 

Y él está convencido de que todo es por hacer deporte así que anima a toda la gente de cierta edad a hacerlo porque “es positivo para la salud y también una forma de entretenerse”. “A mí el deporte me gusta desde toda la vida. Cuando era joven salía a un parque que había cerca de mi casa todos los días y corría durante unos 40 el 50 minutos”, explicó. Incluso se construyó él mismo una máquina de remo y una bicicleta estática, “para tener en casa”.

 

Roberto es argentino y sus hijas viven en Vigo desde hace 17 años. Al principio, él y su mujer Lidia venían a visitarlas y pasaban temporadas largas (“en una de ellas pasé por aquí cuando se estaba construyendo este centro”), pero ahora ya están instalados de forma definitiva. Y sobre Máis que Auga, Roberto está al día de todo: “Estas obras que están haciendo ahora en Coia son muy positivas, porque van a ampliar el espacio, que hacía falta,  y además van a traer nuevas máquinas”.