Siempre os decimos que Máis que Auga es una familia y así en nuestros diez años de historia, hemos vivido grandes momentos con nuestros usuarios: Momentos personales únicos, éxitos profesionales, logros deportivos… y el más importante: ¡Hemos acompañado a cientos de futuras mamás durante el embarazo!

Ahora, en tiempos de COVID-19, continuamos con nuestras clases de fitmon para embarazadas o embarazauga, siempre manteniendo las medidas de seguridad necesarias. Y tras el parto, fitmon post parto. Son, sin duda, nuestras clases más especiales, donde los sentimientos están a flor de piel y en las que se comparte mucho más que una hora de ejercicio.

Hoy nos pasamos por Máis que Auga Coia para conocer estas clases con la ayuda de nuestra técnica Flavia Ozinete, que nos explica en que nos ayudan las clases de fitmon pre-parto. “Por un lado trabajamos el tono muscular, les ayudamos a que ganen tono y fuerza muscular en el tren superior (brazos, espalda…), porque su cuerpo va a cambiar, van a soportar mucho más peso, y lo van a necesitar. Además, también trabajamos el mantenimiento del suelo pélvico, porque así la recuperación post parto será mucho más rápida. Y por último, hacemos un trabajo mental, de relajación, para afrontar el momento del parto de la mejor manera posible y poder disfrutarlo”.

¿A partir de qué momento es recomendable acudir a las clases? En principio, a partir de la semana 12, siempre que no haya alguna contraindicación médica que lo impida. ¿Y hasta cuándo? Pues hasta el día del parto, si la embarazada se encuentra bien: “Ya tuvimos el caso de alguna mamá que vino a clase por la mañana y por la tarde comenzaron las contracciones. Mientras la mamá se sienta cómoda, no hay ningún problema, porque además el trabajo físico se adapta a las circunstancias de cada una”, nos explica nuestra técnica.

Además de las clases de fitmon en sala, tenéis la posibilidad de la clase en la piscina, embarazauga. “La mayor parte de los ejercicios que hacemos en seco, se hacen también en el agua. Es muy importante la movilidad de la cadera y cuando se hace en flotación, no pesa tanto y libera las lumbares”. Ahora mismo hay un pack para embarazadas que combina trabajo en seco y en agua y, tal y como nos cuenta Flavia, es perfecto: “Combinar dos clases a la semana es perfecto, y si se quiere una en la piscina y otra en sala, se puede hacer”.

Y después de dar a luz, llega el momento de la recuperación para nuestras mamis. Aquí nos encontramos con el curso de fitmon post parto, al que en principio se puede comenzar a los 45 días de dar a luz, con el visto bueno de la matrona o del ginecólogo. Además, te puedes traer al niño contigo, que nos acompaña en la clase como espectador de lujo junto a otros amiguitos. El trabajo es similar: Tono muscular en brazos y espalda (el bebé pesa y está mucho tiempo en brazos de su madre); al que le añadimos trabajo abdominal, además del suelo pélvico. En resumen, “fuerza, movilidad e hipopresivos, y con este trabajo además se perderá un poco de volumen, porque todo comienza a volver a su sitio”.

Hay una gran diferencia si la mamá ya estuvo en las clases de pre- parto, porque llegan a esta segunda fase con trabajo ya realizado tanto a nivel físico como de consciencia corporal. Este es el caso de Eva Castelo, que dio a luz a su primer hijo, Leo, en el mes de julio. Ella ya había comenzado con el fitmon durante el embarazo, “aunque me pilló el confinamiento, pero seguía desde casa las clases de Jana para embarazadas”. Así, no tuvo ninguna molestia física durante el embarazo, el parto fue muy bueno y regresó al gimnasio y a sus clases en el mes de septiembre: “Y se nota mucho en el cuerpo, el trabajo en el suelo pélvico, he bajado peso… “. En su caso, Eva prefiere venir sola a la clase, ya que tiene la posibilidad de dejarle el niño a su madre y “es la hora que me dedico a mí”.

En Máis que Auga cuidamos a las mamás durante el embarazo y lo cierto es que han sido varias las que han repetido: “Alguna mamá tuvo el primer embarazo con nosotros y volvieron para el segundo e incluso ya tuvimos algún tercero. Eso quiere decir que las mamás se sintieron bien cuidadas, apoyadas y acogidas”. Precisamente eso es lo que queremos.