¡Fueron muy madrugadores! Había muchas ganas de volver a pisar nuestros centros Máis que Auga y eso se vio reflejado en el hecho de que había gente esperando que abrieran las puertas antes de las 7 de mañana. Imposible hablar con todos, pero aquí tenéis a Luis, María Jesús y Óscar, que harán de portavoces de todos vosotros… ¡Gracias a todos los Manolos, Nieves, Lucías, Saras, Sonias, Davides, Danieles, Maikas…. A todos y todas por seguir confiando en nosotros!
Luis López, usuario de Navia desde su apertura, fue uno de los que entraba por la puerta a las 7 de mañana, “como todos los días” comentaba, aunque después de tres meses de ausencia. En el gym se encontró con la gente de siempre, “los que vamos a esa hora” y explicó que se sintió muy seguro en todo momento. “Lo vi todo perfecto, muy bien señalizado, los protocolos muy bien explicados y la gente muy concienciada… para mí, de sobresaliente”. Luis insistió en la necesidad de que todos colaboremos en este proceso, “ya que necesitamos que interioricemos el tema de la limpieza de las máquinas después de su uso. Era algo que ya deberíamos hacer antes, pero desde luego ahora es imprescindible. Si nos acostumbramos desde el inicio, al final saldrá solo. Luis era uno de los habituales todos los días a primera hora y espera poder regresar su rutina, aunque reconoce que llevó bastante bien el confinamiento: “hacía algo en la casa, y cuando nos dejaron comenzar a caminar, daba vueltas por el barrio, pero la verdad es que lo echaba de menos “venir a sala fitness, las máquinas… Yo hago algo de mantenimiento, y la verdad es que me sienta muy bien y estoy muy contento”.
María Jesús es socia de Máis que Auga Coia y también era una de las que esperaba la apertura con muchas ganas, porque “llevo muchos años como socia y venía cinco días a semana”. Aunque durante el confinamiento iba haciendo cousiñas en casa siguiendo las clases de Casagym, “no es el mismo en casa sola, no te metes en las clases de la misma forma… así que echaba muchísimo de menos sus clases de pilates y mantenimiento. En su primera experiencia en la reapertura María Jesús se sintió a gusto, según nos contó. “Está todo muy bien organizado y la verdad es que me sentí muy cómoda y segura. Fui a dos clases, hice mi elíptica… y todo muy bien. Muy tranquila, con poca gente… Ya hablé con algunas amigas que me preguntaron y yo le dije que iba a seguir viniendo”.
Óscar Filgueira fue otro de nuestros madrugadores. A las siete en punto ya estaba en el Máis que Auga de Barreiro, del que es socio desde hace muchos años. Óscar, antes del parón obligado, iba todas las mañanas a Barreiro a primera hora a la piscina y reconoce que “tenía muchas ganas de volver y regresar a la normalidad”. Destacó las medidas implementadas en el centro: “está muy bien explicado todo el protocolo de seguridad, las flechas en el suelo, los botes por toda la instalación, la señalización por todo el centro…”. Así que pensaba volver al día siguiente, para de esta forma, entre todos, regresar a la normalidad.
Una normalidad que también se apreciaba en las clases de dirigidas. Así Ana, antes de entrar en sala, explicaba el protocolo a sus alumnos de step, y todo fue perfecto. Cada uno ocupaba su puesto y una vez en él, abandonaban la mascarilla para hacer deporte mucho más cómodo. Al final, todos limpiaron el material utilizado y enseguida el personal de limpieza pasaba una mopa (con producto desinfectante) por toda la superficie del suelo. Sin aglomeraciones en las puertas y disfrutando de un ambiente de felicidad por el regreso. Y lo mismo sucedió en las clases de mantenimiento o de zumba… Todos felices al ver que poco a poco vamos recuperando nuestras vidas, eso sí, cumpliendo las medidas de seguridad por el bien de TODOS.