Los consejos del maestro Rubén Molinero para los reyes de casa

22/04/2020

Rubén Molinero, socio de Máis que Auga Navia, es otro de nuestros héroes. Maestro de Educación Infantil, Primaria y Educación Física en el CEIP Balaídos, fue nombrado tercero mejor profesor de Educación Infantil de España en 2018 en los premios Educa Abanca y segundo en los V premios  InspiraTICs de la fundación Amancio Ortega. Ahora, como casi todos, está confinado en casa con su familia, en contacto con sus alumnos y alumnas de forma telemática y dispuesto a compartir con nosotros su experiencia y ofrecernos algunos consejos para llevar esta atípica situación de la mejor forma posible.

 

Rubén es padre de dos hijos (una niña de 9 años y un chico de 5) y entiende mejor que nadie los apuros que estamos teniendo con los niños encerrados en casa ya tantas semanas. Por eso, de su mano llegan buenos consejos para llevar el confinamiento: “El primero de todo es tener mucha paciencia, porque todo esto va a pasar. Tenemos que entender que para ellos esto es algo muy complicado, por lo que, sin ser permisivos, debemos tener un grado de tolerancia mayor del que tenemos en circunstancias normales”. Además “es importante tener una rutina. Durante la semana levantarse todos los días a la misma hora, vestirse, hacer las tareas del colegio a la misma hora… Es importante tener unos tiempos de trabajo, de juegos, de tareas domésticas… Que todo esté marcado para que los niños y niñas tengan su rutina. Además, también es importante que cada uno tenga su espacio y su tiempo, hay que crear espacios individuales y también conjuntos…” Y para finalizar, “que la familia tenga un espíritu de equipo, que todos tienen que ayudar y colaborar, para que este tiempo de confinamiento sea lo más  llevadero posible”.

 

Rubén nos hace unas propuestas para hacer en casa y nos ponen ejemplos que está haciendo él y su familia. “Nosotros estamos optando mucho por el juego simbólico, que consiste en que los niños imiten situaciones reales con sus medios y la imaginación. Así, los miércoles y viernes tenemos una tienda en su habitación en la que nos venden cosas que estuvieron preparando durante la semana, que no tienen que ser materiales. Por ejemplo, nos venden un baile que estuvieron ensayando durante la semana a 40 céntimos;  marcapáginas o manualidades que crearon ellos mismos a 60 céntimos. Y después con ese dinero, pueden comprar chuches para la película del sábado en familia”.

 

Otra propuesta es animar a los niños la que descubran algo nuevo… leer, música, manualidades, pintar… “Ahora tenemos momentos de los que antes no me los disponía, porque los hijos comían en el colegio o tenían actividades extraescolares… Así que podemos aprovechar para animarlos a que descubran algo nuevo. En nuestro caso, después de comer, estamos leyendo media hora, en un período de tiempo del que me los carecía antes, ya que los niños comían en el cole”. Lo que tiene claro nuestro profesor, que por cierto es un especialista en telemática, es que “debemos reducir el tiempo de pantallas. Es cómodo, porque se entretienen con facilidad  solos, pero es contraproducente, ya que no les permite explorar otras áreas del cerebro, la imaginación”. Y Rubén también nos recuerda que si nos quedamos sin ideas, hay un montón de páginas en internet que te proponen multitud de juegos y propuestas para los más pequeños de la casa.

 

Curso escolar

Durante el confinamiento por el  COVID-19, los centros educativos, siguiendo las indicaciones de la Xunta, están ofreciendo a los alumnos/las un refuerzo para consolidar lo  ya aprendido en  clase. Precisamente Rubén es un especialista en áreas tecnológicas, algo que está siendo muy útil en esta situación.

 

Con respeto a sus alumnos, Rubén está en contacto de forma diaria con los peques de 5 años: “Hacemos una videoconferencia todos los días a las 12:00 y leemos un cuento y hablamos un ratito. Es una forma de que vean así también a sus compañeros”. De los 18 niños y niñas que tiene en la clase, se conectan unos 9 o 10. En el caso de los mayores, de 4º y 5º de Primaria que les doy robótica, hacemos una videoconferencia a la semana. Organicé un pequeño libro en pdf, con recursos, vídeos, actividades, y una vez a la semana, conectamos y resolvemos dudas”. En estas edades son más independientes y eso se ve reflejado en la participación: “Aquí están casi todos y ellos mismos la demandan. Pueden ver a sus compañeros, al profesor y además, la robótica es una materia que les encanta”.

 

Qué sucederá con el curso escolar es una pregunta que nos hacemos todos y que preocupa especialmente a los padres y madres. Claro está que no hay una solución perfecta, porque esta es una situación absolutamente imperfecta y anómala. Molinero entiende que “sea cuál sea la decisión que se tome, hay que pensar en lo mejor para los niños y niñas, priorizar lo personal sobre lo académico. Claro está que esto no es algo que podamos resolver de golpe, tal y como sucederá con otros ámbitos, como la economía, que tardaremos años en recuperarnos. Pues igual tenemos que abrir un poco la mano y a lo largo de los próximos cursos tendremos que ir recuperando poco a poco. Además yo son de los que piensa que la educación tiene que preparar para la vida, no es una suma de contenidos y de datos que hay que meter en cabeza para pasar de curso. Estamos en una situación  de vida, en la que mucha gente va a aprender mucho, y pienso que lo académico, a nivel curricular, debe quedar en un segundo plano”.

 

Y así finalizamos una conversación que podría ser mucho más larga, pero en nada Rubén tiene que conectarse con sus chiquitines de Primaria y leerles el cuento de hoy, Eu non fun!. Así que finalizamos con un mensaje optimista: “Sobre todo darle ánimo a todo el mundo y pedirles que tengan mucha paciencia, porque todo esto pasará. Ahora no vemos el final, pero pasará y nos va a ayudar a valorar cosas que antes teníamos y no me los valoraba”.