CUIDANDO A NUESTROS BEBÉS DESDE ANTES DE NACER

30/04/2022

Desde la apertura de nuestro primer centro Máis que Auga hemos tenido la suerte de vivir con vosotros el crecimiento de nuestra familia. Hemos podido compartir con nuestras mamis los embarazos y después contemplar el crecimiento de los pequeños/as. Y en muchos casos, lo hemos hecho a través de embarazauga y bebés, los cursos de natación con más corazón y ternura de Máis que Auga.

 

Sabéis que tenemos clases específicas para las embarazadas y en este caso, embarazauga es la clase de piscina para mujeres en estado de gestación. Los médicos recomiendan hacer actividad física a partir de la semana 12 de gestación (a no ser que exista alguna patología específica) y esta es una de las actividades más recomendables ya que la flotabilidad y la ingravidez reduce el estrés de músculos y articulaciones.

 

Tal y como nos explica nuestra técnica Nerea Castro, esta clase tiene un montón de beneficios, principalmente para la mamá, pero también para el bebé. Así nos lo cuenta Nerea: “Ayuda a relajar las zonas más sobrecargadas durante el embarazo; activa la circulación sanguínea, ayuda a controlar el peso, ganar agilidad y mejorar la resistencia cardiorrespiratoria, disminuye la presión intraabdominal, entre otros muchos beneficios”. Porque, además, nuestras madres tienen la oportunidad de compartir estos momentos con otras mujeres que se encuentran en la misma situación, así que también ayuda en el aspecto anímico, permite socializar y además con personas que te entienden a la perfección. Porque no debemos olvidar que, si los cambios físicos en las embarazadas son los más “evidentes”, los emocionales y psicológicos son muy intensos e importantes, por lo que poder compartirlo y encontrar un apoyo es fundamental.

Y tras el nacimiento, volvemos a compartir con el nuevo miembro de la familia grandes momentos con nuestras clases de natación para bebés, que se empiezan a impartir a partir de los seis meses de vida.

 

También acudimos a Nerea para conocer sus beneficios, aunque sólo hay que verles en el agua con su papá o su mamá para ver cómo disfrutan. Pero vamos a ir un poquito más allá de la mano de Nerea: “Las clases de bebés tienen muchos beneficios, entre los que podemos destacar que mejora el vínculo afectivo entre padres/madres y bebés; estimula el desarrollo psicomotor, la coordinación, motricidad…; ofrece nuevos estímulos positivos en un entorno diferente al común; fortalece el sistema cardiorrespiratorio; favorece el contacto con otros bebés en el agua, la socialización con otros niños, etc”.

 

Y así, con las sonrisas de nuestros bebés y la satisfacción de los progenitores, les dejamos en el auga, donde muy pronto se convertirán en miñocas, tartarugas e calamares.