Contra los mitos alimenticios, utiliza el sentido común

24/11/2019

Enorme expectación levantó la charla nutricional “Desmontando mitos alimenticios”, que ofreció la responsable del gabinete de nutrición Conchi Adrover el viernes en el Máis que Auga de Coia.

 

Son muchas las preguntas que se hace la gente sobre la alimentación y muchos los dichos que se repiten como si fuesen una verdad incuestionable que, a veces, son más que cuestionables.

 

Así, en esta charla Conchi desmontó tres mitos alimenticios, que seguro habéis oído más de una vez.

 

1. El desayuno es la comida más importante del día.  La realidad es que no existe ningún dato que justifique esta afirmación, desde el punto de vista dietético nutricional. ¿Qué es lo importante? Elegir de forma correcta los alimentos de tu desayuno, para que este sea saludable.

Debemos escapar de los cereales azucarados, del Colacao, Nesquick o semejantes, zumos, galletas, bollería industrial, pan con margarina y mermelada o yogures azucarados. En su lugar, nuestra dietista nos propone: Cacao desgrasado, fruta, cereales hinchados, tortitas, bollería casera (con cabeza), pan con aguacate y queso fresco, yogurt natural con trozos de fruta.

 

2. Hacer 5 comidas al día. Otro de esos mantras que se repiten hasta la saciedad y todos y todas damos por hecho que es verdad. ¡Pero tampoco! No podemos decir que haya un número concreto de comidas que sea mejor que otro, lo que importa es qué comemos y cómo lo repartimos. Los estudios existentes no demuestran que sea más beneficioso para el cuerpo hacer cinco comidas, pero si a ti, a nivel particular, te funciona, adelante. Y recuerda: No comas si estás saciado, escapa de atracones y si quieres comer entre horas, que sea algo saludable. Desecha la comida basura, con la que te bombardea a diario la industria alimentaria.

 

3. Para adelgazar basta con comer menos kilocalorías. Otra afirmación sin fundamento científico. Ganar peso o adelgazar depende de equilibrio entre las kilocalorías ingeridas y las consumidas, pero es imposible saber cómo responde cada cuerpo ante la ingestión de kilocalorías y como será su consumo. El mejor termostato, una vez más, lo da el sentido común: Si tenemos apetito de nuevo, es que hemos gastado las kilocalorías ingeridas.

Lo complicado es evadirse de las variables ambientales (los anuncios constantes en medios de comunicación de alimentos basura, las máquinas de vending en el trabajo, la comida rápida para llevar…) y que tengamos la suficiente fuerza de voluntad para responder de forma adecuada ante ellas. Así que lo mejor es cambiar el entorno, para comer más sano (alimentos sin procesar) sin esfuerzo.

 

¿Y queréis saber cómo finalizó la charla Conchi Adrover? Con la siguiente reflexión:

 

“Cada vez que te digan o cuenten algo sobre nutrición: para, reflexiona, aplica el sentido común y acertarás. Centra tu alimentación en productos reales y olvídate de los ultraprocesados”.