Estos días, del 6 al 12 de junio, estamos celebrando en Máis que Auga la Semana de Puertas Abiertas de Padres y Madres para los niños/as que estén realizando un curso de natación con nosotros.

Son unos días muy especiales, ya que los padres y madres (a veces son los abuelos los que vienen y disfrutan muchísimo) pueden ver de cercar a los pequeños/as en el agua y comprobar su evolución. Pero si les hace ilusión a los progenitores, casi os podemos decir que mucha más les hace a los “nadadores”, que se esfuerzan muchísimo por sorprender y mostrar su “maestría” en el agua.

Así que nos “colamos” en una de las clases de MQA Coia y nos sentamos con Merchi, Estefanía y Lara a ver a los grandes protagonistas de la historia. Merchi nos explicó que su hija Elba (11 años) comenzó en natación desde muy pequeñita, pero que lo dejó durante un tiempo y que lo retomaron hace tres años: “Ahora viene encantada con su amiguita”, nos cuenta Merchi, quien considera que la natación es una actividad muy chula y necesaria”. ¡Había que ver a Elba nadando de espaldas y a qué velocidad!

Estefanía es la mamá de Laura (10 años), que es la amiguita de Elba, y también, como ella, tuvo un parón, pero retomó la natación con muchas ganas y ahora no se quiere fallar nunca. Tanto Merchi como Estefanía nos dicen que vinieron a la Semana de Puertas Abiertas sobre todo por las niñas, “les hace muchísima ilusión. Yo no podía por el trabajo y salí antes para poder verla y se quedó encantada”, nos contó Merchi. En nuestra conversación no podía faltar la pandemia y cómo afectó a los peques, y coinciden en señalar “las ganas que tenían de hacer actividad física y lo bien que se portaron, adaptándose a la situación, mucho mejor que nosotros”.

Y la tercera mamá con la que hablamos fue Lara que, en su caso, acompaña a Yago, de siete años, que viene a los cursos de natación de Máis que Auga desde que tiene cuatro. Lara asegura que está encantada con todo en general (instalaciones, profesores…), pero “lo que más me importa es que Yago está feliz y cuando le digo que tenemos piscina, se muestra encantado y con ganas de venir. Eso es lo más importante de todo para mí”.

Y llegó el momento de despedirnos y dejar que puedan sacar fotos o grabar vídeos a sus peques, mientras que miramos con envidia esa agua que nos dice… ¡métete! ¡La próxima vez será!