CHELO CASTRO, MADRINA DE MÁIS QUE AUGA COIA POR ACLAMACIÓN POPULAR

11/04/2021

Que somos una familia es algo que os repetimos muchas veces, pero esta va a ser la primera vez que os hablemos de la madrina de Máis que Auga Coia. Ella es Chelo Castro, que con 82 hermosos años, nos regala vida, primero con su vitalidad increíble, y después con sus golosos postres que nos trae sin parar.

 

Hace unos años Chelo decidió “adoptarnos” como ahijados y siempre en Semana Santa aparece con sus roscones por el centro. Y si se entera de que alguien se quedó sin su ración, vuelve a cocinar para que tenga su trocito de roscón de la «madriña Chelo», tal y como la hemos bautizando en Coia. Pero la verdad es que para Chelo cualquier momento es bueno para obsequiarnos con algo. En Carnavales aparece con orejas; en Navidades trae bombones y, cuando le apetece, porque sí, ¡nos trae bizcochos, magdalenas o lo que se le ocurre! Así que después de comer y disfrutar, porque son postres caseros de esos que da gusto saborear, ¡toca hacer deporte!

 

Cuando hablamos con ella nos dice que disfruta haciéndolo. “En Máis que Auga me siento como en casa, con los trabajadores y con mis compañeros, así que me encanta compartir con ellos lo que puedo, soy feliz haciéndolo”. Ella se mete en la cocina y disfruta muchísimo, por lo que nunca deja de sorprendernos con sus ricos cocinados, y sobre todo con su alegría innata. Y lo mismo hace en su edificio, donde también tiene su apodo. Si en Máis que Auga es nuestra madrina en su edificio es la “Abuela vecina”. ¡Y ella encantada con su enorme familia!

 

Chelo tiene muy claro que es lo que más le gusta de Máis que Auga: ¡Las clases de Aquagym! Empezó hace siete u ocho años y ¡no se la pierde por nada! “Me lo paso muy bien y los técnicos son estupendos!, nos dice. Además también va a zumba, mantenimiento, a todo lo que puede para seguir activa… Pero prefiere sus clases en el agua, donde es absolutamente feliz.

 

Durante el confinamiento nos echó mucho de menos e incluso hablaba con alguno de nuestros técnicos por teléfono, así que tan pronto pudo, regresó a sus clases y sus rutinas, que las necesitaba, porque lleva más de treinta años haciendo deporte. Chelo ya tiene la primera dosis de la vacuna contra la COVID-19 puesta, así que ahora está deseando que le pongan la segunda, para que poco a poco la vida se vaya normalizando.

 

Desde Máis que Auga queremos agradecer a Chelo todo su cariño y vitalidad, que nos hace los días mucho más alegres… ¡y dulces!