¡ASÍ VIVIMOS LA VIG-BAY MÁS DESEADA!

13/04/2022

Después de dos años de ausencia, volvió la Vig-Bay y regresó también el equipo Máis que Auga a una de las carreras más emocionantes de la temporada. Había muchas ganas de competir y de hacerlo en esta prueba, absolutamente carismática y nuestro equipo de runners, después de meses de preparación, allí estuvo, compitiendo y disfrutando.

 

Así, casi 20 runners Máis que Auga tomaron la salida bien en la medio maratón o en la maratón, en un día importante para nuestro equipo. Así que quisimos conocer la opinión de alguno de los integrantes de nuestro equipo.

 

Hablamos con Paula, que ya lleva en el equipo MQA, más de tres años. Paula había hecho atletismo de pequeña, pero llevaba varios años sin entrenar, aunque sí que estaba yendo al gimnasio. Allí se enteró de que había un grupo de running y no se lo pensó: “Realmente fue una salvación para mí volver a rodar acompañada de muy buena gente. No te vas de un entreno sin echarte unas risas que compensan el esfuerzo, y los entrenadores son unos cracks, que adaptan todo siempre a merced de nuestras capacidades para que mejoremos”.

 

Con respecto a la Vig-Bay, en la que debutaba, señaló que fue una experiencia genial. Llevaba dos años inscrita en las ediciones suspendidas y “la verdad es que se cumplieron todas las expectativas de lo que me habían contado sobre ella. Tiene un recorrido bastante ameno para ser larga distancia y las vistazas hacen que merezca aún más la pena. El pro fundamental para mí fue el ambiente, de todas las carreras que hice no vi nunca cosa igual. Salvo en pequeños tramos todo el recorrido estaba lleno de gente animando y también fue curioso cruzarse con muchos peregrinos que nos animaban y nosotros a ellos. De los avituallamientos no tengo queja, había mucha gente dándolo todo para que pudiéramos recargar energía y eso siempre hay que agradecerlo. Igual que a los sanitarios, que tuvieron una mañana ajetreada… “. Sobre este último aspecto Paula quiso mandar un mensaje de “sensatez” a la gente, ya que “no es un paseo, hay que prepararse bien y saber cuáles son los límites de cada uno. Hay ser consciente de que para llegar a meta hay que ser exigente, pero siempre cuidándose y dando prioridad a la salud y al disfrute del deporte”. Así que, Paula quedó encantada con su primera experiencia en la Vig-Bay y “eso que no conseguí el tiempo que esperaba, jajaja”.

 

Juan Carlos fue uno de los últimos en llegar al grupo de running de Coia, allá por octubre del año pasado y su evolución no ha podido ser más rápida. En estos meses se ha estado preparando y ¡su primera carrera, ni más ni menos que la Vig-Bay!

 

“Empecé en el grupo en el mes de octubre del año pasado y voy los días que puedo, intentando compatibilizarlos con mis horarios. Pero la verdad es que me entró el gusanillo, tenemos un equipo de compañeros y compañeras muy agradables, el técnico también, y así comencé”. Cuando no puede entrenar con el equipo, “Me voy a correr por la noche y hago el mismo recorrido que ellos. Cuando no podemos ir, Javi también nos manda entrenamientos, y así fui compaginando”. Y llegó el momento de una carrera: “Me apetecía apuntarme a una competición, y cual mejor que la Vig-Bay. Me recomendaron mejor probar antes con una del circuito, pero por fechas no fue posible y la verdad es que todo salió genial”. De entrada, contó con una “ayuda extra”, ya que “vino un amigo de Canarias expresamente para hacer la carrera conmigo”. Sobre la experiencia, todo fue bueno, afirma Juan Carlos. “Una sensación muy bonita ver a tanta gente de tantos clubs, camisetas de tantos colores, mucha gente animando…” Se acordó del grupo que había en Monte Lourido con gaitas y panderetas, “era un momento complicado de la carrera, porque ya estábamos bastante tocados y es un sitio duro, y había un grupo de gente allí tocando y animando, que la verdad es que nos dio mucha moral”. También se acordó de sus compañeros de Máis que Auga y de su técnico Javi: “nos encontramos a gente del equipo y nos chocábamos las manos y Javi estaba en meta esperándonos y animándonos. En general fue una experiencia muy bonita que espero poder repetir”.

 

Y completamos nuestro repaso por la Vig-Bay hablando con Lucía, que ya había hecho esta prueba (la maratón) en el 2019. Nuestra socia nos explicó que “este año todo fue un poco complicado. Veníamos de la pandemia, en medio de la preparación me cogió una COVID bastante fuerte que me hizo dudar si continuar o no. Pero me lo planteé como un reto. Yo soy una persona luchadora y me apetecía demostrar que sí puedo”.

 

Reconoce que en 2019 se encontró mejor, pero “estoy muy contenta porque la terminé y me demostré a mí misma que puedo”. Y es que en la maratón había unos 400 corredores de los cuales sólo 20 eran mujeres y nuestra Lucía logró el tercer puesto en su categoría, por lo que no podía estar más contenta.

 

Lucía comenzó en el grupo de running hace más de cuatro años: “Empecé porque Javi era el monitor de mi niña en la piscina y me animó. Al principio pensaba que no podría y ahora, cuatro años después, aquí estoy con dos maratones a la espalda y unas cuantas carreras más”.

 

Todos ellos no querían despedirse sin destacar a sus compañeros, el gran grupo que han creado y el nexo de unión, que es el técnico Javi Vázquez, al que todos agradecieron verle en la llegada animándoles a todos y todas.