Esta semana, el día 4 de febrero, se celebró el Día Mundial contra el Cáncer, una conmemoración que quiere recordar que esta enfermedad, en alguna de sus numerosas manifestaciones, afectará, a lo largo de su vida, a una de cada tres personas. Y en Máis que Auga queremos acordarnos de estos luchadores y luchadoras, y decidimos representarlos en la figura de una de estas valientes guerreras, una mujer que además es miembro de la familia Máis que Auga y a la que vemos habitualmente por nuestro centro de Coia.
Ella es Ana Rodríguez Iglesias, socia de MQA desde hace muchos años, y miembro activo de nuestro grupo de running, ya que le encanta correr. Su lucha contra el cáncer comenzó en septiembre de 2016, cuando ella misma se detectó un pequeño bulto en su pecho: Cáncer de mama. A partir de ese momento se inició un carrusel de visitas a médicos, operaciones, tratamientos… aunque ella nunca quiso separarse del deporte. “Para mí fue muy importante el deporte. Primero porque el estar fuerte me permitió afrontar en mejores condiciones los tratamientos. Y después porque yo me agarré a los entrenamientos, a la gente, a nuestro grupo… Te ayuda tanto físicamente, ya que está demostrado que la gente que hace deporte se recupera antes, como en el aspecto anímico, ya que yo me sentía mejor cumpliendo esos pequeños retos que me marcaba. A mí el deporte me ayudó 100%”.
Ana transmite optimismo y alegría al hablar. Incluso al recordar los momentos complicados. “Me operaron en octubre y a comienzos de noviembre hice caminando la Carrera contra el Cáncer de Vigo, y poco después una parte de la medio maratón de Vigo”. Pero continuó la lucha, nos explicó Ana: “tuvieron que volver a operarme porque detectaron metástasis en los ganglios y en diciembre comencé un tratamiento de quimioterapia y radio”. Con los tratamientos, no siempre era fácil ir a entrenar, pero las ganas de Ana eran mayores y tan pronto se encontraba en condiciones, ¡allí estaba! Así, su recuperación iba más rápido, su confianza crecía y a comienzos de abril de 2017, con el visto bueno de su oncóloga, ¡corrió la Vig-Bay con nuestro técnico Javi Vázquez, y cumplió uno de sus sueños!
Nuestra abonada recuerda esos momentos con mucho cariño, ya que sintió el apoyo de todos los suyos. No olvida esa camiseta azul, con una M en forma de corazón y que pone Mamy Power, que diseñó uno de los integrantes del grupo de running pensando en ella cuando enfermó. La comenzaron a usar en ese momento y ahora la utilizan cada vez que un amigo sufre esta enfermedad tan presente en nuestra sociedad.
Así, entre entrenamientos y carreras (una benéfica en Bembrive, subida al Castro…), con risas y el apoyo de familia y amigos, llegó el momento más deseado cuando en julio de 2017 finalizó el tratamiento y ¡le dieron el alta! Y ese mensaje de esperanza es el que quiere transmitir: “quiero mandar mucho ánimo a todas las personas que ahora estén luchando contra esta enfermedad. Cada uno se agarra a algo para salir adelante. Yo me agarré al deporte y a mí personalmente me ayudó mucho para superar estos momentos complicados”.