2022, UN AÑO MÁGICO PARA NUESTRAS ÁRBITRAS CONCHY MARTÍNEZ Y MARÍA BAUTISTA

17/12/2022

El 2022 ha sido un año mágico para nuestras técnicas Conchy Martínez y María Bautista. Ambas son árbitras de taekwondo y han despedido el año con una gran noticia: Conchy Martínez logró la internacionalidad en combate y María, que ya la tenía, sumó ahora la internacionalidad en la modalidad de técnica.

 

Así que nos sentamos con ellas a hablar un ratito y a disfrutar de sus éxitos. Ambas hicieron el curso en París en el mes de noviembre y esta semana recibieron la confirmación de que habían aprobado y así, sumaron un logro más en su carrera deportiva.

 

Desde 2005 María Bautista es árbitro internacional en la modalidad de combate, siendo la primera de Galicia hasta hace unos días, que Conchy y Adrián Maceiras (de Betanzos) lo lograron. Y que nadie piense que está apenada por no ser la única: “No puedo estar más contenta, porque ambos se lo merecen, y en el caso de Conchy, en cierta forma, siento que es una deuda que el taekwondo tenía con ella, por su trabajo, por su calidad y por su dedicación, ya que ambas somos árbitras de combate desde inicios de los noventa”, aseguró.

 

Como árbitra de técnica, Bautista empezó más tarde (2002) y hoy puede decir que “soy la primera árbitra internacional de técnica de Galicia, eso sí, ya he advertido a mis compañeros, que se pongan las pilas, que los espero aquí también en breve; que no hagan como yo, que un poco por cabezonería, un poco por oportunidad, me resistí hasta ahora a presentarme a internacional de técnica”.

 

Finalmente, María decidió hacerlo en 2022 y para ello primero hubo que prepararse y, en medio de este proceso, sufrió un esguince de rodilla: “De repente un esguince de rodilla decide cruzarse en mi camino, y todo queda en stand-by. Sigo con la preparación, pero con la sensación de vivir a cámara lenta. durante unas semanas se mezcla la ilusión con la desesperanza, el querer estar en París con mis compañeros y amigos, con el no saber si llegaré a tiempo”. Casi sobre la campana, el fisio le da el OK para viajar, pero sin dejarle practicar los poomsaes hasta el día antes del examen, y precisamente en esa prueba, ya en París,se le fue la rodilla y acabó en el suelo. “No tengo palabras para transmitir mi grado de frustración y desesperación. Por un momento, quise tirar la toalla, pero fueron mis compañeros, y el director de arbitraje de la Mundial, los que me dieron el empujoncito suficiente para que sacara la cabeza del agujero y decidiera darlo todo al día siguiente”. Y aquí estamos: Internacional de técnica. “Para mí, ser internacional en técnica, como en combate, significa la consecución de una meta,  demostrarme a mí misma que sí puedo, pero también, estar más cerca de las fuentes, recibir la información de primera mano, estar al día, no tener que esperar a que me lo cuente otro. Espero que no cambie nunca en este aspecto, siempre quiero saber, siempre quiero aprender y soy muy consciente de que me queda mucho por descubrir y aprender y que siempre hay alguien que me puede enseñar”.

 

Por su parte, Conchy Martínez llevaba tiempo pensando en hacer este curso, pero nunca encontraba el momento. “Después de muchos años en Nacional era el siguiente paso natural, pero no llegaba el momento, a pesar de que había mucha gente detrás animándome. Era algo que me daba un poco de pereza. Pero en el último año, en el arbitraje gallego han cambiado mucho las cosas y me he propuesto buscar ese nivel, para demostrarme y demostrar a los demás que tengo la capacidad para ello, que podía conseguirlo gracias a mi esfuerzo, el que he mostrado durante toda mi vida en el mundo del taekwondo. Eso sí, hay que apretar un poco más las tuercas, mejorar el inglés, moverse más a nivel internacional, seguir arbitrando… Y allá me fui y gracias a mi constancia y a decir que quiero tocar el techo, he logrado ser internacional”.

Conchy reconoce estar en una nube desde que supo que era internacional: “Desde que lo sé mis pies no tocan el suelo, estoy en una burbuja, volando… Es la felicidad completa. Espero que no dure mucho, ¡que me peta la patata!. Llevo de llorera más de 24 horas, sin comer, sin dormir, en un estado de euforia y de felicidad impresionante. Es el estado de felicidad absoluta por  haber logrado el máximo en el arbitraje”.

 

Para nuestra técnica el 2022 ha sido un año redondo. En febrero fue elegida mejor árbitra de técnica en España y ahora en diciembre logró la internacionalidad. Y ella lo confirma: “2022 ha sido mi año y en muchos aspectos: A nivel laboral me han hecho fija en el trabajo; a nivel personal he madurado mucho porque me he enfrentado a esta prueba que ha sido la más dura y exigente de mi vida”. Aseguró que aún le queda un par de “ventanas” por cerrar y “lo voy a hacer igual de bien que las anteriores”. Ahora sus objetivos, además de seguir arbitrando en Galicia, es comenzar a “volar” fuera: “Me gustaría empezar a arbitrar a nivel internacional: Opens G-1, G-2, Europeos… Campeonatos del Mundo y Olimpiadas aún lo veo un poco lejos, pero ese sería el próximo paso”.

 

Y así, con esta satisfacción, nos despedimos de dos fantásticas árbitras internacionales de taekwondo, y dos excepcionales compañeras a las que les deseamos que sigan cumpliendo sus sueños.